¿Cuántas veces has odio hablar de la tasa de interés? De hecho es lo que la mayoría de las personas detesta de cualquier tipo de producto financiero al cual se quiera acceder. Pero no entres en conflicto con esto, porque estas existen por una buena razón y es lo que hoy te queremos contar.
Te hablaremos exactamente de qué es una tasa de interés y porqué se cobra. Y es que, en la mayoría de los casos, si estas no existieran tú terminarías mucho antes de pagar ese crédito o ese préstamo. Pero dejemos atrás la amargura y mejor coloquémonos en modo aprendizaje, porque la información que te traemos te será de gran ayuda si andas en busca de obtener beneficios de la mano de entidades financieras. No se diga más y comencemos.
¿Qué es la tasa de interés?
La tasa de interés siempre va a existir, sea el producto que sea que quieras elegir con una entidad bancaria. Lo que en otras palabras se traduce en el precio que tienes que pagar por haber usado dinero prestado del banco.
Y si lo queremos ver desde otra perspectiva, el pago de la tasa de interés se debe al riesgo que corre un banco de que no se le devuelva el dinero.
La tasa de interés siempre se maneja en porcentajes, y en la mayoría de los casos se aplica de forma mensual o anual. Sumándole a esto el riesgo que puede acarrear la inflación.
Para que un banco pueda determinar la tasa exacta que debes pagar en un préstamo se basa en distintos factores, pero en nuestro país se establece a través del Banco Central. Institución que se encarga de mantener la mayor estabilidad entre la oferta y la demanda.
¿Por qué se cobra la tasa de interés?
Ahora que entiendes qué es exactamente lo que es la tasa de interés, veamos por qué tiene que ser cobrada.
Como vimos anteriormente, las tasas de interés influyen en la economía nacional. Para entender mejor esto, una tasa de interés baja va a ayudar en el crecimiento económico de un país, ya que lo que hace es aumentar la demanda en los productos. En cambio, una tasa de interés elevada, ayuda a detener la inflación, porque el consumo comenzará a disminuir.
Los tipos de interés existentes son dos. Por una parte se encuentra el interés simple, que equivale a una sola cantidad cobrada por todo el préstamo, por ejemplo. Y por otra parte existe el interés compuesto, el cual se va a calcular en base al tiempo por el cual se ha entregado un préstamo determinado. Este puede ser diario, semanal, mensual o anual.
Los elementos que van a definir la tasa de interés, además de la decisión que tome el Banco Central son:
- El capital, que vendría a ser la cantidad de dinero que te prestaron.
- El tipo de tasa de interés que has elegido. Recuerda que al elegir un tipo de préstamo antes debiste realizar un análisis y comparación entre varios y ver cuál es el que más te conviene.
- El tiempo por el cual será prestado el dinero.
- Y el tipo de préstamo del cual se trata.
La comparación es la clave
El consejo que todos los especialistas financieros te van a dar antes de que tomes una decisión final, es que puedas realizar una comparación entre varias tasa de interés. Porque es la única forma de ver cuál es la que más te conviene, y sobre todo que le conviene a tu bolsillo.
La buena noticia, es que no es necesario que toda esta comparativa y análisis lo hagas tú, actualmente puedes ayudarte de ciertas herramientas que harán el trabajo por ti. Y estas herramientas no solo buscan ayudarte en la elección, también son fundamentales para entregar una mayor transparencia a los usuarios.
La CONDUSEF es una de las instituciones mexicanas que se encarga de regular a la entidades financieras en México, y es esta misma la que tiene un catalogo al cual puedes acceder y ver la comparación de tasas de interés de algunos bancos y financieras. Y no solo puedes encontrar esta información en páginas web, de igual forma lo puedes hacer a través de apps que puedes descargar en tu celular.
Como ves, no tienes excusas para encontrar la tasa que mejor se adapta a tus necesidades.
Evita ciertos errores
Cuando se trata de elegir un producto financiero y tener en cuenta la tasa de interés, por lo general se suelen cometer algunos errores que queremos trates de evitar al máximo.
Siendo el más común no tomar en cuenta el valor real que tiene la tasa o no hacer el cálculo para ver cuáles son los gastos que van a derivar de esa tasa. Y esto es clave que lo tengas en cuenta, porque cuando a la tasa real le vas sumando esos gastos, se convierte en una tasa de interés elevada que puede sobrepase el capital que ha sido solicitado al inicio, y eres tú quien va a pagar todo eso. Así que pon mucha atención cuando vayas a solicitar un préstamo.
No te olvidas de revisar el CAT, porque este también te puede ayudar a tomar una mejor decisión de financiamiento. Toma en cuenta que este porcentaje es el real del total que vas a tener que pagar. En otras palabras, el CAT incluye los intereses y las comisiones o los seguros.
Y el último error de los más comunes, es que las personas prefieren pagar un préstamo a largo plazo, pensando que esto va a ser mucho más económico. Pero la situación es la siguiente, mientras más largo sea el plazo a pagar, mayor será el porcentaje de los intereses.
Ahora tienes muy claro qué es la tasa de interés y porqué se cobra, por lo tanto tienes las herramientas necesarias para poder tomar una mejor decisión llegado el momento de elegir un financiamiento. ¡Nos vemos pronto!